El pasado sábado 8 de noviembre celebramos la Eucaristía por los
hermanos difuntos, uno de los cultos de la hermandad, en él rezábamos por el
eterno descanso de los hermanos difuntos de la hermandad. La Eucaristía fue
predicada por nuestro párroco y consiliario D.Gabriel Castilla Serrano, que nos
supo dar buena muestra de sus conocimientos sobre el papel de la Virgen María
en la vida de Nuestro Señor Jesucristo. Esta solemne Eucaristía fue una gran conclusión
a los cultos en honor del Santísimo Cristo Yacente; que comenzaban con el
besapies de la imagen desde las 5 de la tarde.
Los
titulares
aparecían en un hermoso altar de cultos que la Priostía de la Hermandad
había
montado para la ocasión, en el que la
capilla de la corporación se cerraba, excepto la parte de entrada, con
largas
cortinas de tela de damasco rojo. En el fondo del altar se enmarcaba a
la
titular mariana con el montaje de un dosel formado con unos antiguos
respiraderos destacados en fondo negro, esta vez de terciopelo, que se
completaba centrando el actual estandarte de la hermandad. El altar se
completaba con cera de color blanco y tiniebla distinguiendo las vistas
del
altar y distintas especies florales como crisantermos y margaritas
Spider
blancas, e iris y extatis morados en las jarras del paso de Virgen. Los
titulares, centrados en el altar, presidian el mismo, estando el Señor
descansando en una cama delante de su madre, siendo la única vez en el
año que
la imagen de Jesús Yacente puede encontrarse fuera de su urna. La
Santísima
Virgen estaba vestida como se encontraba desde el inicio del mes de
noviembre,
con su manto negro, saya negra con brocados dorados y el tocado a modo de la sevillana Virgen de las Aguas de la Hermandad
del Museo; y con los únicos atributos de la diadema sobredorada, rosario
y pañuelo en sus manos, y el puñal y nombre de DOLORES en su pecho.
El altar se formaba por unos antiguos respiraderos, formando el dosel anteriormente citado; estando a ambos lados los faroles de guía. En el plan de altar, además de las jarras anteriormente citadas, aparecían también algunas piezas de la candelería del paso de la Virgen portando la cera y los cuatro faroles del paso del Señor que se situaban dos a los pies del dosel y dos escoltando los pies de la imagen del Señor Yacente, así como dos tulipas con cera de color tiniebla que se situaban a ambos lados de la mesa del besapies y cerraban el paso del feligrés al altar, que algunos nombraron como Elegante, Sencillo y Sobrio adaptado y digno para la ocasión. Todo ello dispuesto sobre una moqueta roja, que se estrenaba en este altar y a sido un regalo de los miembros de la Junta de Gobierno.
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